sábado. 02.11.2024
CRÍTICA DE CINE

Sauvage: La esclavitud del libertinaje

El 14 de junio llega a España Sauvage, el primer largometraje del cineasta francés Camille Vidal-Naquet que trata sobre la realidad más dura de la prostitución masculina. El actor Félix Maritaud es el encargado de dar vida al protagonista de esta historia.

Sauvage : Cartel

Drama| 89 min. | Francia | 2018

Título: Sauvage.
Título original: Sauvage.
Director: Camille Vidal-Naquet.
Guión: Camille Vidal-Naquet.
Actores: Félix Maritaud, Eric Bernard, Nicolas Dibla, Philippe Ohrel.

Estreno: 14/06/2019 
Productora: La Voie Lactée / Les Films de la Croisade / CNC.

Distribuidora: Elamedia.

 

Sinopsis

Leo (Félix Maritaud) es un joven de 22 años que vive vendiendo su cuerpo en la calle. A diferencia de la mayoría de sus compañeros de profesión, el público al que se dedica Leo son hombres exclusivamente, hombres que vienen y van. El trato particular del joven consiste en hacer que sus clientes no solo se sientan satisfechos sexualmente sino que, además, se sientan protegidos y queridos. Lo que ellos no sospechan es que es el propio Leo el que necesita esa protección, ya que él es un ser que ha nacido únicamente para ser amado.

Crítica de Jorge García-Casarrubios

La secuencia inicial está magníficamente planteada. Sabiendo lo que podemos esperar, consigue sorprender, y lo hace con la misma crudeza que estará presente a lo largo de todo el film. Nos situamos en el mundo de la prostitución callejera masculina y de algunas de sus prácticas más perversas. El protagonista (Félix Maritaud) se nos muestra como un esclavo, a veces tratado con cariño y delicadeza; otras, como puro objeto sexual. La película pone de manifiesto también el negocio y organización de este tipo de prostitución. Me trae aquí muchos recuerdos de la producción española Princesas, aunque llevada al límite y en su versión masculina.

“Si Irene me viera”, dice un anciano mientras mete al protagonista desnudo en su cama y mira la foto de su mujer fallecida. Esta escena es algo dura en tanto que se hace tan incómoda y oscura como romántica. Se ponen de manifiesto así unas carencias afectivas que el personaje principal ha desarrollado a lo largo de su vida. En este sentido, el film tiene algunos detalles que consiguen estremecer, como, por ejemplo, su impulso de tumbarse en la camilla del médico de costado como si fuera a dormir o ese prolongado abrazo a la doctora que le está reconociendo.

Sauvage : Foto Félix Maritaud

Os he de advertir que las secuencias de discoteca son demasiado bruscas y no aptas para gente con sensibilidad a estímulos visuales.

El tratamiento de la edición es muy dinámico y acorde a la historia. El cine francés controla la técnica del jumping cut como nadie más lo hace, y Sauvage es un buen ejemplo de ello. También hay un gran trabajo de cámara: persigue a nuestro protagonista por la espalda, se mueve con inestabilidad, se acerca y aleja o utiliza el zoom según su conveniencia… Os he de advertir que las secuencias de discoteca son demasiado bruscas y no aptas para gente con sensibilidad a estímulos visuales.

Sauvage : Foto Eric Bernard, Félix Maritaud

Aunque los créditos nos dicen que el protagonista se llama Leo, otro gran detalle es que durante los 99 minutos de duración desconocemos esta información. Leo se llama como su cliente lo prefiera. Pero si la película tiene un nombre propio, ese es Félix Maritaud. El actor está impecable en su interpretación y se pueden augurar bastantes reconocimientos por ello. El control de esa mirada expresiva, tan tierna como salvaje, dota de verosimilitud al personaje y activa la empatía del espectador. Esa dolorosa inocencia mientras pregunta “¿para qué cambiar?”, la misma que le lleva a rechazar un teléfono móvil que no necesita o a robar tan solo una grapadora para arreglar su chaqueta cuando asaltan la casa de un cliente.

Sauvage : Foto Félix Maritaud

Está claro que Sauvage no es para todos los públicos, es una película muy explícita en cuanto a sexo, drogas y violencia. Sin embargo, no sirve de nada quedarse en la visión más pornográfica de la historia, porque Sauvage está contada con gran mimo y mucha atención al detalle, y esto hace que su lectura principal transcienda. El título no puede ser más apropiado para la película; de principio a fin. Cruda, instintiva, impulsiva… pero sí, sobre todo “salvaje”.

 

Sauvage: La esclavitud del libertinaje