Fantástico| 132 min. |USA| 2019
Título: ¡Shazam!.
Título original: Shazam!.
Director: David F. Sandberg.
Guión: Henry Gayden, C.C. Beck, Bill Parker (Historia: Henry Gayden, Darren Lemke).
Intérpretes: Zachary Levi, Jack Dylan Grazer, Mark Strong, Asher Angel.
Estreno: 5 de abril.
Productora: Warner Bros. / DC Entertainment / DC Comics / New Line Cinema.
Distribuidora: Warner Bros Spain.
Sinopsis
Todos llevamos un superhéroe en nuestro interior. Solo es preciso un poco de magia para sacarlo. Es lo que le ocurre a Billy Batson (Asher Angel), un joven huérfano de 14 años, normal y corriente, al que le cambia la vida un encuentro con un viejo hechicero. Y es que, a partir de ahora, cada vez que Billy grita la palabra 'Shazam!' se convierte en el superhéroe adulto Shazam (Zachary Levi). Aunque con un niño en su interior, el poderoso cuerpo de Shazam hace lo que cualquier adolescente con superpoderes haría: ¡pasárselo bien! ¿Puede volar? ¿Tiene visión de rayos X? ¿Puede lanzar rayos de sus manos? ¿Puede saltarse los exámenes? Shazam pondrá al límite sus habilidades con la imprudencia de un niño. Claro que Billy va a necesitar controlar rápidamente estos poderes para poder defenderse de las fuerzas del mal controladas por el Doctor Thaddeus Sivana (Mark Strong).
Crítica Firmada por Jorge García
La película no tarda en mencionar a Batman y Superman. Sabemos a lo que vamos. Es una película de superhéroes. Billy Batson, es un adolescente adoptado que ha ido huyendo de todas sus familias de acogida. No tiene tampoco un tío Ben para decirle que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Y, ¿cómo le explicas esto a un adolescente irresponsable?
Ese adolescente, interpretado por Asher Angel, tiene un objetivo principal: encontrar a su madre después de que cuando apenas tenía unos años se perdiera de su mano durante una feria. Todo lo demás le da igual. No parece prestar mucha atención a la eterna pregunta que le plantea su nuevo hermano “¿Qué superpoder elegirías si tuvieras la opción, invisibilidad o poder volar?”.
¡Shazam! es una comedia canalla, moderna y sin tapujos. Un reflejo del adolescente de hoy.
¡Shazam! es una comedia canalla, moderna y sin tapujos. Un reflejo del adolescente de hoy. Mantener la identidad en el anonimato sigue estando bien, pero seamos sinceros, ser un superhéroe mola y poder presumir de superpoderes en internet es lo que haría cualquier niño de 14 años hoy en día si pudiera. Para los que crecimos con cine de los 80, nos mandan un guiño muy breve a la película Big, un film con el que comparte una porción de su esencia.
El humor siempre está presente. Lo agradezco sobre todo en los puntos más álgidos de la película. Es un gran contraste de emociones y le ofrece un dinamismo brutal a las escenas. Los momentos más cómicos no buscan ridiculizar al superhéroe, sino que más bien se generan de la discordancia entre una mente adolescente y un cuerpo adulto. El resultado, maravilloso.
La huella del director se hace presente. David F. Sangberg domina muy bien los momentos más tenebrosos y la secuencia inicial ya me invita a prestarle toda mi atención. Su famosa muñeca Anabelle se cuela entre las estanterías de la película.
No todo me parece un acierto. Lo primero que quitaba sin contemplaciones es a Santa Claus, un personaje completamente irrelevante a la trama, que tan solo aporta los 3 gags menos graciosos del guion y contextualiza innecesariamente en Navidad una historia que debería ser más atemporal.
Si de algo suelen pecar algunas películas de superhéroes, es de resolverse gracias a los llamados “Deus ex Machina”. No es el caso de ¡Shazam! Pero, sin entrar en spoilers, es un tanto gratuito que para concluir una subtrama, un niño de unos diez años sea capaz de hackear registros.
Dejando atrás algunos agujeros, ¡Shazam! me sorprende por generar momentos muy tiernos, momentos capaces de tocar fibras sensibles. La película se alimenta de sí misma, te va dejando pistas durante sus dos horas de transcurso, y resuelve con ellas situaciones que pueden pasar desapercibidas.
Me pregunto si la batalla final se me hace larga, pero esta película es tal espectáculo visual y sonoro, que la respuesta es: no.
¡Shazam! parodia muy efectivamente los tópicos de superhéroes, pero a la vez se sigue nutriendo de ellos para abordar la trama. Es decir, una de cal y otra de arena. Si no te convencen las historias de superhéroes, esta es tu película para ridiculizar el tema; pero si este género es el tuyo, todavía tendrás la sesión que vienes buscando. Si a ello le sumas la gran producción audiovisual que es ¡Shazam!, acudir a la gran pantalla se convierte en necesario.
¡Atentos a las escenas post-créditos!
