Pasamos el ecuador del Festival de Cine Europeo de Sevilla y la primera sesión matinal de la jornada es para el nuevo largometraje de animación del maestro Michel Ocelot, Le Pharaon, le Sauvage et la Princesse, todo un disfrute para los sentidos.
el 4 Sin la necesidad de unir los relatos bajo un relato en común como suele hacerse en este tipo de antologías y que aquí simplemente es el personaje de la cuentacuentos y su público fiel y atento, Ocelot nos propone tres historias en tres tiempos distintos. Un primer relato en el antiguo egipto que sirve como mito sobre el origen de la doble corona, otro trasladado a la edad media más fabulador y sobre la igualdad y el miedo a lo diferente con la historia de un chico que roba a los ricos para dárselo a los pobres y el último en la Turquía del siglo XVIII sobre el romance entre un príncipe pastelero y una princesa rosa.
Pero además de situar los tres cuentos en tres periodos temporales distintos, el director asemeja estos a los dibujos y grabados que podían contemplarse en aquellas épocas en un elogio a la animación de perfil y siluetas que ya se encontraban en los orígenes del cine de animación con autoras como Lotte Reigner y a la que la segunda historia en la Edad Media le debe mucho. También es cierto que a pesar de lo fantástico de sus relatos (el del faraón sin duda alguna el mejor) puede encontrarse una falta de evolución o estatismo en la obra del director.
El pase del mediodía es el turno para Holy Spider del iraní residente en Suecia, Ali Abassi, que ya pasó por pasadas ediciones del festival con la muy inflada por la crítica y sobrevalorada Border y que en esta utiliza el caso real de un asesino en serie que mataba prostitutas en Irán para hacer una crítica del machismo, la corrupción de las autoridades y la hipocresía del país mediante el personaje de una joven periodista que viene a cubrir e investigar el caso.
Abassi intenta tomar el pulso a la historia como si de fuera esa obra maestra del cine de investigación y asesino en serie que es Zodiac de David Fincher pero su relato resulta mucho más maniqueo, esquemático y con demasiados subrayados donde ni los asesinatos muy deudores del Frenesí de Hitchcock y el cine slasher llaman demasiado la atención.
Añadimos además, que en cierto momento del largometraje todo se vuelve demasiado manipulador y con la intención de molestar y epatar al espectador con una coda final que se ve venir desde el inicio de la cinta y que no paran de remarcar para que el espectador no se pierda (si es que puede).
Hacemos una pausa para descansar, almorzar y prepararnos para la sesión de tarde y última del día con otra de esas películas que teníamos marcadas desde que se dio a conocer la programación del festival, A Couple de Frederick Wiseman, que a sus 92 años ha dejado aparcado el grandioso cine documental que viene haciendo desde sus inicios y que nos ha dado maravillas como At Berkeley o City Hall para hablar sobre la relación que mantenían León Tolstoi y su esposa Sophie (extraordinaria y contenida Nathalie Boutefeu)y basada tanto en la biografía del primero como en los diarios íntimos de la segunda.
Y si la autobiografía de Tolstoi sirve más para encuadrar la época y aspectos más descriptivos del filme, son esos diarios íntimos los que son el núcleo fundamental para una verdadera historia feminista fuera de todas las modas actuales dónde somos testigos de esa díficil relación y posterior separación de ambos filmada bajo bellos paisajes y un magnífico jardín al lado del mar donde Sophie busca la libertad.
