La censura en el cine español se convierte en la primera preocupación del público asistente a las salas de cine nacionales.
Los últimos acontecimientos penales en España parecen haber despertado en la población general ciertos miedos que parecían muy enterrados. Entre ellos, el miedo a la censura en la música, el arte y, sí, el cine.
Los últimos acontecimientos penales en España parecen haber despertado en la población general ciertos miedos que parecían muy enterrados. Entre ellos, el miedo a la censura en la música, el arte y, sí, el cine.
Y es que hasta un 31% del público español entrevistado en las salas de cine nacionales sitúa a la censura como principal enemigo del cine español por encima de otros elementos a priori más recurrentes como la crisis o la piratería.
Estas encuestas, realizadas por el portal especializado en cine Cultture.com en colaboración con un instituto de investigaciones sociales madrileño y una conocida aula de cine nacional, se han realizado en salas de cine aleatorias en las provincias de Sevilla, Madrid, Bilbao, Barcelona y Badajoz. Para las que se ha entrevistado a 107 personas (63 mujeres y 44 hombres), con edades comprendidas entre los 22 y los 67 años, todos de nacionalidad española.
Unos sorprendentes resultados en los que un 31% del público asistente a las salas de cine encuestado, escoge a la censura como su principal preocupación, por encima de la crisis (23%), la piratería (27%) o la escasez de salas (12%). Igual de sorprendente es que solo un 5% escogiera la corrupción como principal problema y que el porcentaje de ciudadanos preocupados por la censura sea superior en los individuos mayores de 60 años, sobre todo, a la hora de referirse a la dramatización de episodios históricos dentro de la historia nacional.
Una actitud que parece estar influenciada por los últimos acontecimientos en los veredictos de penas de cárcel por ciertas bromas en Twitter sobre la muerte de Carrero Blanco a manos de ETA a César Strawberry y otros usuarios de la red social. Una medida que si a priori parece confeccionada buscando el concilio popular, parece despertar ciertos fantasmas de preocupación e inseguridad dentro de una población que vivió recientemente 4 décadas carentes de una libertad de expresión que hoy se considera un derecho fundamental.
Un revelador estudio con el que se puede concluir (siempre teniendo en consideración las limitaciones del mismo) que los ciudadanos españoles (en especial los mayores) empiezan a mostrar preocupación por la libertad de expresión dentro del arte y por la parcialidad subjetiva que siempre conlleva una censura.