Oliver Stone denuncia presiones del gobierno americano en el rodaje de Snowden
El temor a las interferencias de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana han obligado a Oliver Stone y a su equipo de rodaje de su nueva película Snowden a trasladarse a Alemania.
El temor a las interferencias de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana han obligado a Oliver Stone y a su equipo de rodaje de su nueva película Snowden a trasladarse a Alemania.
Durante el transcurso del pasado Sun Valley Film Festival en Idaho, Stone declaró: “Nosotros nos mudamos a Alemania porque no nos sentíamos cómodos en los Estados Unidos”. “Empezamos a sentir cierto riesgo a la hora de filmar aquí. No sabemos lo que la Agencia de Seguridad Nacional podría forzarnos a hacer, así que acabamos en Munich, lo que por otro lado ha supuesto una hermosa experiencia”.
Nos mudamos a Alemania porque no nos sentíamos cómodos en los Estados Unidos.
De todas formas, también en el país germano ha seguido teniendo presiones, ya que las compañías que tienen conexiones con EEUU se negaron a prestar cualquier tipo de colaboración con el proyecto. “Por ejemplo la BMW no podía ayudarnos de ninguna manera en Alemania. Muchas empresas nos dijeron que no podía involucrarles en esto. No querían que su nombre se viera asociado de alguna manera con la película”.
Algunos privilegiados pudieron disfrutar de un pase privado de la cinta en Sun Valley. A la salida de la proyección, algunos prefirieron no opinar para no verse metidos en conflictos, pero otros aseguraron que Stone había sabido darle la vuelta a tan espinoso asunto de una manera brillante.
Comentan que cuando el realizador de clásicos como Platoon o Nacido el 4 de julio fue el primero en postularse para dirigir Snowden, vaciló; él acababa de trabajar en la figura de otro sujeto comprometido, concretamente Martin Luther King, Jr., y no deseaba abordar otro asunto tan incendiario con tan poco margen de tiempo: “Glenn Greenwald (el periodista que trabajó con la cineasta Laura Poitras para sacar a la luz la historia de Snowden, reflejada en el oscarizado documental Citizenfour (Laura Poitras, 2014)) me pidió consejo, y yo le dije que quería mantenerme lejos de la controversia. Pero meses después el abogado ruso de Snowden se puso en contacto conmigo. Querían que viajara a Rusia para conocerme y charlar. Una cosa llevó a la otra y, básicamente, me vi enganchado”, explicaba el director.
No es nada fácil hacer películas que traten sobre la vida de un hombre corriente que tan sólo quiso destapar lo corrupto del sistema.
En Moscú, Stone mantuvo varias reuniones con Snowden, quien sigue viviendo en el exilio desde que el Departamento de Justicia de Estados Unidos emitiera una orden de arresto en su contra por espionaje debido a que, en junio de 2013, Snowden hiciera públicos, a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post, documentos clasificados como alto secreto acerca de varios programas de vigilancia masiva de la NSA. “Él es una persona muy inteligente y con un gran sentido del humor. Su novia, con la que mantuvo un idilio de más de diez años, se ha trasladado con él para vivir juntos, y eso le ha dado tranquilidad”, declaró Stone.
La financiación del proyecto, que protagonizan estrellas de Hollywood de renombre como Joseph Gordon-Levitt, Shailene Woodley, Nicolas Cage, Timothy Olyphant, Scott Eastwood, Melissa Leo, Zachary Quinto o Rhys Ifans, entre otros, tuvo que acabar viniendo de Francia y Alemania, porque ningún estudio norteamericano se arriesgó a poner dinero en la producción: “Es triste que ningún compatriota quisiera involucrarse en el proyecto, porque a fin de cuentas se trata de un ciudadano americano. Aquí todo está controlado. Tú puedes hacer todas las películas que quieras sobre líderes que han luchado por los derechos humanos que ya estén muertos, pero no es nada fácil hacer películas que traten sobre la vida de un hombre corriente que tan sólo quiso destapar lo corrupto del sistema”.
Snowden se estrenará en EEUU el próximo 16 de septiembre.