Documental | 88 min. | España 2016
Título: Alcaldessa.
Título original: Alcaldessa.
Director: Pau Faus.
Guión: Ventura Durall, Pau Faus, Silvia González Laá.
Intervienen: Ada Colau, El Gran Wyoming, Jaume Asens, Pablo Iglesias.
Estreno en España: 27/05/2016
Productora: Nanouk Films.
Distribuidora:
Sinopsis
Alcaldessa sigue los pasos de Ada Colau durante un año, desde los inicios de la candidatura de Barcelona en Comú hasta el día en que es investida alcaldesa de la capital catalana. La crónica íntima de los hechos, con un vídeo-diario personal de la misma Colau, y el acceso privilegiado a las entrañas de la formación, nos muestran un episodio que reúne dos argumentos universales: la consecución de una victoria histórica, paradigma de los cambios políticos del sur de Europa, y el combate interior de alguien que se está convirtiendo en lo que tantas veces había cuestionado.
Crítica
Aviso para navegantes que simpatizen con preceptos e ideologías cercanas a la derecha. El visionado de Alcaldesa en un cine puede ser perjudicial para su salud, sobre todo si coinciden en una sesión con algunos adeptos a la causa Adacolauense que no cesen de aplaudir y vitorear consignas del tipo Sí se puede u otras por el estilo.
A quien escribe estas líneas le sucedió durante el pase de prensa y público en el pasado Festival de Cine español de Málaga. El fervor y pasión de los espectadores hacia una figura consolidada del novísimo panorama de la política española como es Ada Colau ratifica de manera irrefutable el auténtico fenómeno de masas en el que se ha convertido en apenas unos años.
Para poder analizar de manera objetiva este interesante documento debemos quitarnos pues cualquier ropaje ideológico y no dejarnos influenciar por el entorno, tarea harto complicada si ya el mismo director del documental, Pau Faus, es el primero que ha confesado haberse implicado en el proceso de manera directa, apoyando a pie juntillas todas las directrices promulgadas por Barcelona en Comú de manera nada encubierta. Es fácil dejarse convencer por una personalidad tan subyugante y atrayente que ha conseguido lo que parecía una quimera: ganarse la confianza del pueblo llano para derrotar a la vieja guardia que gobernaba con mano férrea una ciudad necesitada de un soplo de aire fresco.
Para poder analizar de manera objetiva este interesante documento debemos quitarnos cualquier ropaje ideológico.
El documental comienza con los primeros pasos de un partido político nacido de los ecos del movimiento del 15-M y sobre todo a la lumbre de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), organización en la que Ada Colau tuvo un papel fundamental. Poco a poco se fueron parando desahucios y la gente común empezó a darse cuenta de que a base de pequeños cambios se podían acabar consiguiendo grandes logros. El descontento y hastío de la falta de soluciones ante la galopante crisis que sufrimos hace tan solo un lustro llevó al planteamiento de cambios radicales en la sociedad, y el activismo de la heroína de este documental fue un puntal indiscutible para que, entre unos y otros, le convencieran para dar el gran salto a la política.
Somos testigos de reuniones reveladoras donde muchos de los asistentes no acaban de entender que no existan reglas preestablecidas.
Somos testigos de reuniones reveladoras donde muchos de los asistentes no acaban de entender que no existan reglas preestablecidas; escuchamos las quejas y dudas de los integrantes del organigrama ante la cada vez más estresante carga de trabajo voluntario que se les encomienda…pero sobre todo tenemos el privilegio de colocarnos en primera fila de una serie de reveladores videodiarios donde la cercanía de Ada cobra su máxima expresión. Es en esos momentos de solitud ante la cámara donde nos damos cuenta de que estamos ante una persona que expira verdad por todos los poros de su piel.
Podrás estar más o menos de acuerdo con sus ideas y su forma de pensar y hacer, pero lo que queda claro es que en la actual alcaldesa de Barcelona no existe ni trampa ni cartón.
A lo largo del metraje también hay lugar para un par de situaciones improvisadas que apuntan a la hilaridad, y que sirven también para que nos demos cuentas de la diferencia abismal existente entre la nueva y la vieja política, entre los recién llegados y los que llevan más años que el reloj. Pero lo que priman más son los momentos emotivos, aquellos en los que la causa cobra todo su sentido cuando se empiezan a cobrar los frutos del trabajo bien hecho. Y por si fuera poco los amantes de los finales tensos tienen reservado unos últimos minutos apoteósicos.
La historia así lo quiso, y la victoria de la candidatura de Ada Colau y Barcelona en Comú sobre la de Xavier Trias y Convergencia i Unió se fraguó, como dicen los catalanes, en un “frec a frec” de infarto. Y ahí estaba la cámara de Pau Faus para dar fe del momento de la felicitación y del reconocimiento de la derrota.
Alcaldessa tiene la virtud de la temporalidad. Todo lo que se cuenta se está viviendo en ese preciso y precioso instante, con sus virtudes y carencias, que las hay, porque tiene que convivir con lo que le asquea y hasta pactar a contracorriente. Nada de esto hubiera sido posible sin la complicidad de esa niña que se aprendía la enciclopedia de memoria y a la que no le duelen prendas a la hora de enseñar su yo más íntimo y personal.