viernes. 22.11.2024
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Hay alguien en el bosque

Anna Maria Ricart

Dirección: Joan Arqué
Producción: Cultura i Conflicte | Teatre de L'Aurora
Duración aproximada: 95 min

CRÍTICA

Hace más de 30 años comenzó la guerra de los Balcanes. El corazón de Europa se rompía en pedazos mientras en España celebrábamos la entrada en la modernidad con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla. Como es habitual, la Unión Europea y la Comunidad Internacional se pusieron de perfil ante un conflicto que se consideró regional. La población civil, una vez más, fue la más perjudicada, especialmente en ciudades como Sarajevo, que sufrió 4 años de asedio y otras como Gorazde o Srebrenica, donde los cascos azules holandeses abandonaron a más de 8.000 personas locales permitiendo que el general Ratko Mladic acabase con sus vidas. Un genocidio que debería avergonzarnos como especie.

En todas las guerras se ejerce una violencia inusitada contra las mujeres que sufren violaciones masivamente. La culpa, el oprobio y el rechazo por parte de su propia comunidad permanecen una vez que la guerra termina. Cicatrices vitales que se silencian por miedo a la incomprensión y a la rabia. De todo esto habla “Hay alguien en el bosque”.

Un proyecto multidisciplinar en forma de documental que se complementa con una exposición fotográfica y además, la puesta en escena a cargo de Anna María Ricart y Joan Arqué. La Abadía continúa con su teatro de la memoria dando cabida a propuestas que dan voz a los que generalmente no la tienen o son obviados por los medios de comunicación. Y es importante poner el foco en las más de 25.000 mujeres que se estima fueron violadas en la guerra de los Balcanes.

Hay alguien en el bosque - Teatro Abadía

Es importante darles voz y conocer su historia. Y en esa difícil tarea se emplea a fondo la compañía Cultura i Conflicte. Los testimonios de Alen, Anja y Lejla son estremecedores. Algunos fueron hijos fruto de esas violaciones y luego repudiados por sus madres y padres que negaban cualquier vínculo con ellos. Para estos chicos y chicas la guerra aún no ha terminado.

Otras voces como la de Nevenka (interpretada por Ariadna Gil) o Milica (interpretada por Chantal Aimee) sufren el estigma de la violación, cuyas consecuencias físicas y psicológicas todavía arrastran. La función se adereza con anécdotas personales de los actores en el momento en que la guerra de los Balcanes estaba en su apogeo. España era un país que brillaba orgulloso y al que todo el mundo miraba. Mientras, muy cerca, a dos horas de vuelo, la ex Yugoslavia se desangraba.

Un conflicto que tuvo la mayor cobertura mediática de la historia y que desgraciadamente no sirvió para detener la guerra. Nos recuerdan también la figura de Jordi Pujol Puente, un fotógrafo que murió en Sarajevo, y cuyas fotos son proyectadas en un momento de la puesta en escena. Muertes lamentables de tantos periodistas españoles como José Couso, Ricardo Ortega, Julio Anguita Parrado, Luis Valtueña por citar solo algunos y que se jugaron el pellejo por informar a una población a la que muchas veces le importa poco lo que ocurre fuera de sus fronteras.

Hay alguien en el bosque - Teatro Abadía

Es sumamente complicado actoralmente meterse en la piel de las víctimas sin caer en la afectación o el dramatismo innecesario. Y en ese difícil equilibrio todo el plantel está excelente. Ariadna Gil, Chantal Aimée , Oscar Muñoz, Magda Puig, Judit Farrés, Erol Ileri y Pep Pascual un músico luthier que adereza musicalmente la puesta en escena con todo tipo de instrumentos.

Susan Sontag se decidió a estrenar en Sarajevo un montaje de “esperando a Godot” en un pequeño teatro con capacidad para 80 espectadores, iluminado con velas, en el año 93. Hoy la capital de Bosnia agradece a la intelectual americana su gesto y su estancia en Sarajevo durante el asedio dándole nombre a la plaza del teatro.

Y es que el teatro lleva siglos ejerciendo de válvula de escape, de transmisor de historias, y de catalizador de emociones, iluminando el camino entre tanta oscuridad. Por muchos siglos más.

Hay Alguien En El Bosque