La censura siempre ha sido el gran achaque que han tenido los artistas para mostrar sus obras y el cine, como Arte que es y representa, (no me voy a detener en debatir si el cine realmente es o no un Arte o sólo industria. El que lo quiera averiguar que vea The Tree of Life y saque sus conclusiones) no ha estado exento de su mirada ya desde la invención del cinematógrafo se fueron dando casos.
La primera muestra de censura en el cine de la que se tiene constancia se llevo a cabo en los Estados Unidos en una barraca de feria donde se presentaban algunas imágenes por el Kinetoscopio de Edison en 1894. Se trata de Carmencita un cortometraje de una muchacha bailando sola frente a la cámara, de hecho se dice que es la primera película en dónde se realiza esto. La historia cuenta como James A. Bradley, senador por el estado de New Jersey, y Frank Ten Broeck, alcalde de la misma ciudad estaban viendo las distintas imágenes y cuando llegó el turno de Carmencita ambos la consideraron obscena y exigieron al dueño que no volviese a emitir nunca más esas imágenes. Y así ha sido hasta que gracias a las nuevas tecnologías hemos tenido acceso a ella y ahora en medios como youtube pueden verse y visto hoy en día nos parece tremebundo que algo así pudiera censurarse.
¿Por qué se da la censura? Quizás sea algo innato en el ser humano y que tenga relación con el poder y el control. Los seres humanos necesitamos controlar todo lo que nos rodea y ese control nos hace sentirnos poderosos. Es posible que detrás de todas las razones que se dan: morales o religiosas, las políticas... estas sólo sean meras excusas que encubren esa pulsión primitiva.
Ha habido grandes casos de censura en el cine y de hecho en nuestro propio país hemos podido vivir durante casi cuarenta años una de las mayores censura cinematográficas. El Franquismo cortó escenas, hizo doblajes extraños y en definitiva hacía cualquier cosa posible para transformar a su gusto las películas que se hacían tanto en España como las que venían de fuera. Casos como la supresión de la militancia en el bando republicano del personaje principal de la película Casablanca magistralmente interpretado por Humphrey Bogart o esa extraña relación entre hermanos que crearon con los protagonistas de Mogambo con Clark Gable y Ava Gadner que hacía que la película fuese y aún hoy lo sigue siendo más bizarra. (Entendiendo bizarra desde su etimología anglo-francesa donde hace referencia a lo extraño o extravagante). Sin embargo hubo veces que grandes directores fueron capaces de esquivar o incluso mofarse de la propia censura.
Famosa es la historia de Viridiana basada libremente en el relato Halma de Benito Pérez Galdos y filmada por ese extraordinario director que fue Luis Buñuel y que en España aún no ha nacido nadie que lo iguale en el genio. El régimen franquista quería demostrar que no era tan severo y duro con el cine y contrató a Luis Buñuel para que les rodase una película ya que este estaba siendo muy aclamado en el extranjero. Fue capaz de escapar a órganos censores en un principio sin embargo y tras su paso en el festival de Cannes donde fue un rotundo éxito hizo que diversos sectores del conservadurismo europeo criticaran lo obsceno de sus imágenes, las críticas profundas a la iglesia, a la burguesía y se preguntaban como en España habían dejado pasar algo tan tremendo como aquello. Después de esto y de la gran burla que Buñuel le hizo a la censura franquista esta prohibió su película hasta que volvió a ser rescatada en 1977 ya en tiempos de la democracia.
Sin embargo la democracia española tampoco se libra de haber metido mano en películas e incluso prohibirlas, algo muy escandaloso en un estado donde existe la libertad de expresión. Pasó con El Crimen de Cuenca de Pilar Miró y basada en la novela El Lugar de un Hombre de Ramón J. Sender y ha pasado recientemente con SAW VI en algo que parecía un acto más propio de quitarse la competencia de forma fácil porque luego se estrenó su siguiente parte que era mucho más truculenta sin demasiados problemas. Pero en el caso de la primera película sí que fue todo un escándalo. La directora fue puesto bajo un tribunal militar tras el miedo que el gobierno de Unión Centro Democrática siente por las represalias que puedan crearse tras la historia del maltrato y brutalidad que unos guardias provocaron en el pueblo de Osa de la Vega y a los que elude explícitamente la historia.
En Hollywood y como meca del cine en la que se fue convirtiendo se han dado los casos más sonados de censura en películas. Ciertamente en sus inicios fue muy permisivo pero un hecho ocurrido a principios de los años veinte marcaría para siempre el curso de la historia del cine en los Estados Unidos. El escándalo protagonizado por Roscoe Arbuckle más conocido como Fatty, el cual fue detenido por la violación y muerte de una actriz. Este hecho dio mala imagen a la vida en Hollywood y es cuando entra la Motion Pictures Producers and Distributors of America (MPPDA) con la figura de William H. Hays que pretendían volver a dar una imagen del mundo del espectáculo hollywoodiense. Sin embargo el escándalo se fue alargando y viendo el clima que se había creado Hays tomo una última gran medida e implantó el Código Hays por el cual se regirían todas las películas y determinaba lo que podía o no podía verse en pantalla.
El Código Hays funcionó desde 1934 hasta 1967 dónde le tomo relevo el Sistema de Clasificación por edades de la MPAA que en sí mismo es un código de censura no tanto para la película sino para el propio espectador aunque la determinación de una película a una edad concreta hace que esta deba regirse bajo los códigos morales dirigidos a esa edad. Actualmente están habiendo también problemas con este sistema pues debido a que cada vez las películas son más violentas y la clasificación NC-17 ya no suele usarse por motivos comerciales se ha estandarizado la clasificación R con lo que los menores de 17 años acompañados pueden asistir a auténticos festivales de sangre y depravación en un cine. Este hecho ha provocado que los padres ejerzan presión en la MPAA para que cree una nueva clasificación la HR (Hard Restricted) para que estas situaciones no se den más.
Pero otra muestra más de que la censura existe en el cine desde sus inicios la encontramos en la antigua Unión Soviética. Allí todos los gastos de una película eran sufragados por el propio estado; por lo tanto los creadores de las películas se veían condicionados desde el principio a no alejarse de los dogmas estalinistas en sus films. Esto provoco que en el año 1928 un grandísimo director ruso y uno de los directores más grandes de la historia del cine, Eisenstein, tuviera que rectificar Octubre y suprimir todas las escenas donde aparecía León Trotsky ya que este había sido expulsado del Partido Comunista.
Pero la censura en el cine no es cosa del pasado. Ha habido en las últimas décadas grandes censuras a las películas aunque la mayoría que se censuran ahora son películas de terror que por sus altos contenidos violentos no se ven adecuados para las personas. En Reino Unido y durante el gobierno de la Dama de Hierro, Margareth Tatcher y del creciente uso de las cintas VHS y Betamax que provocó que cualquier persona tuviese acceso a contenidos que quizás no eran los más convenientes para sus edades se decidió que el ciudadano corriente no debía ver según que películas y junto al British Board of Films Classification se dedicaron a censurar un total de setenta y dos films debido a su alta violencia y a contenidos sexuales. Es la llamada lista de videos Nasties (repugnantes). En esta lista se pueden encontrar Tenebrae o Inferno de Dario Argento, E Tu Vivrai Nel Terrore de Lucio Fulci o la recientemente editada The Witch Who Came From The Sea de Matt Cimber.
La lista se fue acortando a medida que pasaban los años y las mentalidades se iban abriendo sin embargo a día de hoy en Reino Unido aún hay once películas totalmente censuradas pero que pueden verse mediante otras vías.
Con el avance de las Últimas tecnologías que nos permiten ver películas sin que estas sean estrenadas en el país del propio espectador surge la gran cuestión de si la censura en el cine terminará cediendo ante la imposibilidad de controlar lo que el espectador puede o no puede ver sentado delante de un portátil en su casa.
En España son muchas las personas que debido a que apenas se estrenan películas de terror procedentes de otros países como Francia o Reino Unido que están viviendo una época dorada del terror, y que en Francia ya ha sido denominada como la Nouvelle Horreur Vage, están conociendo estas obras gracias a la red y sus posibilidades encontrándose joyas como  l´Interieur de Alexandre Bustillo y Julien Maury o que han podido ver Srpski film después de todos los escándalos que se han montado alrededor de esa película acusando incluso al director del Festival de Sitges, Ángel Sala, de promover la apología de la violencia.
Quizás ha llegado la hora de dejar que el espectador sea quién decida qué ver y qué no ver. Que sea él mismo consciente de los efectos que puede provocar ver según que tipo de películas en determinados momentos. Por experiencia propia que sólo llegaré a dos conclusiones: o aumenta la cultura cinéfila de una forma increíble y fascinante o acaba yendo directamente a un psiquiátrico a que lo encierren de por vida despuéss de ver películas como Nekromantik 1 y Nekromantik 2, las cuales siguen estando en España en la calificación X.