Pablo E. Arahuete: -Supongo que una foto es un detonante para la memoria y un anclaje con un espacio habitado por alguna persona ¿cómo juega la ausencia en esa construcción de la memoria?
Milagros Mumenthaler: -El ser ausente le da más lugar a la memoria, pensando la memoria en un espacio donde se encuentran muchos elementos en constante cambio. Puede haber una única fotografía de Inés junto a su padre como en la película, y como vos decís es un anclaje y un disparador, pero hay miles de otros disparadores que tienen que ver con los cuentos que le contaron, como los interpretó, lo que quiso escuchar, lo que no, un espacio de la memoria vinculado con sus deseos, sus necesidades. El vació es una incógnita así que abre más puertas, más interpretaciones.
Para Inés esa foto es un punto de partida, un disparador.
P.E.A: -¿Cómo manejaste la adaptación de un poemario para convertirlo en una historia donde la pertenencia no es propia sino ajena?
Milagros Mumenthaler: -A leer el poemario sentí una cercanía muy fuerte y enseguida se me dispararon secuencias visuales. Estas no venían a representar el poema tal cual sino que tenían que ver con cómo resonaban en mí, cómo me atravesaron.
Sabía que era una tarea compleja y una responsabilidad intentar adaptar este poemario por la historia de Guadalupe que es hija de desaparecido. El libro tiene un texto inicial que es el que lee el personaje de Inés en la película e instala un velo cuando uno se adentra en los poemas y en las fotografías. Pero los poemas en si tienen más que ver con un vínculo materno filial, con los que están y lo que queda y no pasan por un contexto político. Creo que conecté mucho desde ahí en un principio.
Creía que la mejor manera de plantear y pensar la película era siendo muy fiel a esa primera experiencia, el libro leído por mi.
Por eso la película tenía que ser un cruce entre lo documental ligado al libro y la ficción.
P.E.A: -¿Cómo trabajaste el guion con la fotógrafa Guadalupe Gaona, autora del libro Pozo de aire en el que te inspiraste?
Milagros Mumenthaler: -En realidad el guion no lo trabajé con Guadalupe pero sí tuve largas charlas con ella, fui a la casa familiar del sur donde filmamos la película con ella, compartimos muchos momentos que pasaban de confesiones a algo más parecido a una entrevista dependiendo de los momentos.
También sentí la necesidad de profundizar los elementos documentales para construir la ficción. Por eso me acerqué al Equipo Argentino de Antropología Forense así como entrevisté a otros hijos y compañeras de desaparecidos. También en la elección del casting intenté tener esa impronta documental. Muchos personajes que aparecen en la película hacen de ellos mismos.
P.E.A: -Si tuvieras que elegir un poema de ese texto y a la vez imaginar una foto distinta ligada a tu propia historia ¿Cuál sería? ¿Por qué?
Milagros Mumenthaler: -Estoy de viaje y no tengo memorizados los poemas.
Pero si hay una secuencia visual que estaba desde el inicio del proyecto y quedó afuera, es cuando la protagonista, Inés niña, va nadando alejándose de su madre, la idea era que el negativo se iba rayando como una necesidad de Inés de eclipsarse. Había una intención de que Inés juegue con la cámara y el soporte para expresarle al espectador sus sentimientos. Quedó fuera de la película porque ya se entendía la idea sin necesidad de intervenir el negativo.
P.E.A: -¿Qué expectativa tenés en relación al Festival de Rotterdam teniendo en cuenta tu experiencia de 2011 en Locarno cuando te premiaron por Abrir puertas y ventanas? ¿Qué aprendiste de aquella presentación durante estos años?
Milagros Mumenthaler: No sé exactamente qué expectativas tengo, creo que ninguna en concreto.
La película ya viene recorriendo festivales y estoy contenta con el recibimiento del público, y de la prensa, salieron muy lindas notas. A pesar de tener una estructura que se parece a un rompecabezas me sorprende cómo la gente conecta con ella.
Abrir Puertas y Ventanas (2011) tuvo mucha visibilidad fuera de Argentina y varios premios que me dieron un aval para poder encarar La Idea de un Lago con mucha libertad creativa y hacer está segunda película sin presiones extra cinematográficas.