Los Teatros del Canal nos ofrecen de nuevo la oportunidad de ver a una nueva promesa: Gabriela Jiménez. Una joven cantaora madrileña que nos muestra un espectáculo joven y fresco, digno de ver y de sentir. Gabriela, descendiente del guitarrista Antón Jiménez y la bailaora Estefanía Palacio, ofreció una pequeña muestra de su repertorio para rendir homenaje y tributo a artistas de la talla de Antonio Céspedes y Julián Salazar.
Destaca especialmente su dominio vocal en bulerías y boleros, haciendo suyo numerosas coplas y versos. En definitiva, un flamenco joven y fresco de la mano de una potente voz que nos hace trasladarnos por el espacio y tiempo de esta gran urbe madrileña hasta el mismísimo corazón de Andalucia.
Merece especial atención la participación de Pedro Jiménez, con su magnífico movimiento de manos. Posee unos dedos que parecen bailar sobre las teclas a una velocidad de vértigo, haciéndonos estremecer y activando todas las células de nuestra piel. Magnífico artista y colaborador de grandes autores que merece sin duda la pena verle tocar y sentir su música en directo. Fluye el sonido a través de sus dedos, y nos hace vibrar a todos y ser partícipes de la emoción del espectáculo.
A la percusión, Iván Losada, gran talento y duende en escena que pone su nota especial a estas piezas, si bien no tiene gran protagonismo, sí demuestra su maestría con el cajón.
Frescura, diversión, emoción. Artista a seguir, carrera prometedora. Gracias Teatro de Canal por dar pie a descubrir nuevos talentos.