Yo soy Luigi y tú Súper Mario Bros es una de las muchas frases inconexas y absurdas que pueden escucharse durante Hacer amor, ultimo espectáculo que las Hermanas Gestring (Laura Morales y Greta García) han estrenado en la Sala Negra de los Teatros del Canal con motivo de su decimo aniversario como compañía teatral.
Hacer amor es una obra/performance bastante complicada de explicar pero que sus creadoras definen como un musical en el que se busca exaltar el amor y la vida. No obstante, en mi opinión, creo que se trata de una de esas obras que es mejor no catalogar y en la que simplemente es mejor dejarse sorprender con una mente abierta y sin prejuicios.
Esta apuesta por la vida supone en cambio en la trayectoria de esta formación, que en anteriores obras ha abordado temas más oscuros como asesinatos, suicidios o hundimientos personales. En esta ocasión hay un mensaje de amor y felicidad tan loco que bien podría formar parte de un viaje alucinógeno de LSD.
La obra fusiona baile, música y sobre todo mucha provocación. Es una performance en la que la Hermanas Gestring dejan la vergüenza a un lado y se lanzan al escenario con ganas de sorprender y darlo todo en escena. La obra es un estimulo muy poderoso de positividad y energía, teniendo algunos momentos muy hipnóticos como, por ejemplo, todo lo relativo al baile con el oso hinchable que, lejos de caer en el ridículo, acaba siendo un momento poderosamente seductor y erótico.
Laura Morales y Greta García son capaces de cantar canciones muy locas y acto seguido ofrecernos elaboradas coreografías que buscan reflexionar sobre la vida. Es importante entender que Hacer amor es una obra muy estudiada que, aunque no lo parezca, tiene muy poco margen para la improvisación. Realmente aquí hay un estudio teatral y una filosofía de trabajo que busca provocar al espectador y crear en él sensaciones extrañas, algunas de ellas bastante incomodas.
La sensación final que deja Hacer amor es la de una inmensa orgia de celebración a la vida. Imposible no subirse a ese tren.