El productor estadounidense Harvey Weinsten, sobre quien pesaban decenas de denuncias por abusos, ha sido condenado este miércoles a 23 años de prisión: el juez del Tribunal Supremo de Nueva York James Burke ha fijado su sentencia tres semanas despoués de que el jurado lo declarara culpable de acto sexual criminal en primer grado contra la asistente de producción Mimi Haley y de violación en tercer grado contra la aspirante a actriz Jessica Mann. Antes de conocer la sentencia, el exproductor se dirigió a la sala de audiencias, abarrotada, y aseguró que sentía un "profundo arrepentimiento", si bien dedicó tiempo a rechazar el #MeToo, el movimiento que estalló en torno a su figura.
"Estoy totalmente confundido", dijo, en declaraciones recogidas por la prensa. "Creo que los hombres están confundidos con todo esto... este sentimiento de miles de hombres y mujeres que están perdiendo el debido proceso. Estoy preocupado por este país", ha afirmado, antes de recalcar que "esta no es la atmósfera correcta en los Estados Unidos de América". El 'caso Weinstein' estalló después de que 'The New York Times' publicara aquel reportaje en el que destapaba una serie de abusos que Harvey Weinstein había llevado a cabo en la industria del cine. EFE
