Jurassic World: Dominion
Título original
- Jurassic World: Dominion
- Año
- 2022
- Duración
- 146 min.
- País
- Estados Unidos
- Dirección
- Guion
-
Emily Carmichael, Colin Trevorrow. Historia: Derek Connolly, Colin Trevorrow. Personajes: Michael Crichton
- Música
-
Michael Giacchino
- Fotografía
-
John Schwartzman
- Reparto
-
Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Laura Dern, Jeff Goldblum, Sam Neill, Isabella Sermon, DeWanda Wise, Mamoudou Athie, Omar Sy, Campbell Scott, BD Wong, Justice Smith, Daniella Pineda, ver 7 más
- Productora
-
Amblin Entertainment, Universal Pictures, Perfect World Pictures, Latina Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
- Género
- Ciencia ficción. Acción. Fantástico. Aventuras | Dinosaurios. Secuela
- Grupos
- Parque Jurásico | Jurassic World
- Sinopsis
- Cuatro años después de la destrucción de Isla Nublar, los dinosaurios ahora conviven -y cazan- con los seres humanos en todo el mundo. Este frágil equilibrio remodelará el futuro y determinará, de una vez por todas, si los seres humanos seguirán en la cúspide de los depredadores en un planeta que comparten con los animales más temibles de la creación.
- CRÍTICA
Dice Colin Trevorrow, artífice responsable de esta segunda trilogía jurásica, que para su capítulo final han querido mantener el espíritu de la saga, sin acomodarse en la nostalgia y ofreciendo algo nuevo al espectador. Esto resulta una verdad (o una mentira) a medias, puesto que Jurassic World: Dominion es, sobre el papel, la entrega más ambiciosa a nivel argumental, en su afán de unir las líneas de los personajes clásicos y los del reboot, y también en su expansión del universo a una escala planetaria.
Hasta aquí puede parecer que se cumple la definición del director –tomando de nuevo las riendas después de ceder el capítulo dos a Juan Antonio Bayona-, pero a la hora de la verdad vemos que la cosa se resiente dada a una ejecución problemática que acentúa sus defectos y diluye sus intenciones. Jurassic World: Dominion es más grande y aparatosa, pero mucho más dispersa porque no perfila sus esbozos de ideas (algunas de ellas buenas), quedándose en un medio término comprable pero insatisfactorio. Entretanto, esa nostalgia de la que se pretende desmarcar queda invocada en forma de homenajes tímidos y desaboridos a grandes hitos.
Jurassic World: Dominion quiere abrir nuevas brechas en su fondo, en la línea de los temas planteados en las cintas de 2015 y 2018, pero también en su forma, al alejarse ligeramente de los puros esquemas de la saga y abrazar otros géneros, tales como el western o, notoriamente, el cine de espías. Siendo, posiblemente, la cinta menos Jurassic Park de la historia, el film posee secuencias que recuerdan a las aventuras del Bond de Craig, Ethan Hunt o Jason Bourne, notablemente en todo el fragmento acaecido en Malta, con el ya inevitable filtrito amarillo para remarcar que se está en un caluroso país en vías de desarrollo –aunque en este caso se trate de un estado miembro de la Unión Europea-.
Pero las alegrías terminan aquí porque la puesta en escena de la acción carece de inspiración que la distingan de otros ejemplos vistos más y mejor, funcionando por acumulación y privando de regalar al espectador una escena memorable en cuanto a construcción de suspense o nivel de trepidación. Lo más destacable en este aspecto es el momento charca de Bryce Dallas Howard, pero aun algunos peldaños por debajo de los grandes estándares de otras entregas, en los que, o bien operaban con un grado de precisión ejemplar, o bien se abocaban a una deliciosa locura. Este medio gas permanente tiene su génesis en las bases de un libreto irregular, con subtramas desdibujadas desarrolladas aleatoriamente hasta la comunión final, salpimentadas con sobreexplicación dialéctica o conversaciones vagas.
En su afán de dotar de un cierto empaque las apariciones de Alan Grant, Ellie Sattler e Ian Malcolm, se equilibran los protagonismos de los viejos y los nuevos, sin llegar a potenciar ninguna de las tramas y quedándose en un mar de grises que se antoja desaprovechado en cuanto al trio nostálgico y, directamente, un retroceso frente a la dupla Owen-Claire.
Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum cumplen en sus regresos, pero Jurassic World: Dominion consigue la difícil tarea de borrar el carisma de Chris Pratt, al despojarlo no solo de secuencias juguetonas y excitantes, sino de réplicas ingeniosas en su paródica relación con Howard; mientras que las nuevas incorporaciones son anodinas por este subdesarrollo en su entidad como personajes. Incluso la erosión es palpable en varios momentos donde el CGI luce artificial, alabando aún más el realismo de los animatronics de antaño -que aquí se recuperan puntualmente-.
Sin encontrarse en las magistrales cotas del Spielberg de 1993, se percibe un torcimiento en la cadena de ADN de la franquicia por la desidia en la concreción y orden de sus ideas, sumiéndola en un pequeño largo caos de entretenida corrección, pero sin ningún tipo de brillantez. A su favor, que no engaña a nadie y entrega lo que augura, pero en una versión más descafeinada, haciéndola palidecer no solo entre algunas de sus antecesoras, sino también con otros blockbusters en salas contiguas.
Si os apetece, una vez vista la película podéis leer los interesantísimos libros de dinosaurios publicados por la Editorial Susaeta. Los podéis consultar en: http://www.cinenuevatribuna.es/articulo/magazine/libros-dinosaurios-editorial-susaeta/20220727194444017226.html