En los momentos convulsos que nos toca vivir, donde se dispara el esoterismo y ciertas prácticas que algunos denominan como pseudociencias, no está mal conocer algunas de ellas.
Por ejemplo en la cultura popular se ha instalado la idea de que el azar no tiene nada que ver con el día a día.
La mala suerte o el mal de ojo es algo que después de mucho tiempo, vuelve a ser algo habitual en nuestro día a día.
El infortunio siempre ha estado ahí, pero sorprende en este mundo tan tecnológico, se de cabida a estas afirmaciones sin fundamento.
El Azar o la mala suerte ocurre cuando la persona pierde la fe en sí y en el Universo, eso es lo afirman los expertos santones o gurús, que te pueden librar de ellos.
Puedes encontrarlos en numerosos anuncios tanto de periódicos tradicionales como por internet.
Evidentemente esta afirmación no tiene mayor rigor científico que un acto de fe, típica de cualquier religión o creencia esotérica.
Para evitar la mala energía o lo que se suele denominar como mal de ojo. Existen remedios tradicionales, que podemos enmarcar dentro del folclore popular.
También las personas suelen utilizar amuletos para quitar el mal de ojo.
Estos remedios o rituales están al alcance de cada uno de nosotros, sin necesidad de efectos extraordinarios.
Algunos consideran que nuestra predisposición en estos temas hacen que funcionen, una especie de efecto placebo.
Dicen que la fe es necesaria para que la magia funcione de verdad y, principalmente, es necesario que se aprenda a abandonar toda la negatividad.
En este sentido tenemos alguna lectura de nueva era como el poder del ahora de Eckhart Tolle.
Es decir, cuando se desea algo positivo, atrae positividad. Los pensamientos negativos, sin embargo, atraen la negatividad para su vida.
Al menos científicamente está probado, que emociones positivas generan reacciones químicas diferentes en el cerebro, y de la misma manera las emociones negativas, con el matiz de que el proceso bioquímico es diferente.
Los expertos gurús nos indican que necesitamos aprender a fortalecer la positividad en nuestra mente.
A menudo los lugares que emanan positividad o mejorar nuestro bienestar son recomendables para estar en estado Zen. Y si un pensamiento negativo surge en tu mente, ignóralo hasta que se vaya.
A partir de ahí, acciones, palabras y, principalmente, pensamientos deben dedicarse a eso, pero sólo de forma positiva y generosa.
Como ya hemos dicho, el estado contra el mal de ojo se puede complementar con oraciones o amuletos.
El esoterismo indica que esta práctica requiere concentración para que funcione, además del constante abandono de la negatividad en busca del pensamiento positivo.
Es habitual ver muchos anuncios que quitan el mal de ojo, algunos se podría considerar auténticas falacias, así que tenga cuidado.
Esto no funciona, al menos no tiene ninguna base racional para hacerlo, pero como diría un dicho chino.
SI tiene un problema no se preocupe. Si tiene solución para que angustiarse y si no la tiene no merece la pena, que le de vueltas en su cabeza.
Así que un ritual o amuleto le puede servir para desconectar de esas cosas que le angustian, un efecto placebo o poder de la mente, que dirán unos y otros.
Lo mejor probar, así se podrá hacer su propia opinión.