Ficha artística:
Ubicación: Teatros del Canal - Sala Verde
- Dirección - Jean-Christophe Meurisse
- Socia artística - Amélie Philippe
- Intérpretes - Anthony Paliotti, Charlotte Laemmel, Gaëtan Peau, Delphin Baril, Fred Tousch, Ivandros Serodio, Lula Hugot, Jive / Jean-Yves Faury (bailarín)
- Equipo técnico - Nicolas Guellier, Stéphane Lebaleur, Pierre Routin, Sophie Rossignol
- Producción - Les Chiens de Navarre
CRÍTICA
Existen obras que desde el primer momento en que entras al patio de butacas, sabes que van a sorprenderte y que se diferenciarán de lo que normalmente se puede ver en la cartelera teatral. Un claro ejemplo de ello es "La vida es una fiesta" (La vie est une fête) de la compañía francesa Chiens de Navarre. Se trata de una obra provocativa y ácida que realiza una crítica despiadada al sistema de valores occidental, especialmente a sus líderes políticos.
Antes incluso de comenzar la obra dirigida por Jean-Christophe Meurisse, se nos introduce en una sesión del parlamento francés en la que se debaten temas absurdos y extravagantes como la homosexualidad de los delfines y de otras especies. Este divertido comienzo da pie a una obra que no tiene miedo en caer en el ridículo, y que se atreve a parodiar a todos los estamentos de la sociedad, sea quien sea. Todo ello bajo el telón de unas urgencias psiquiátricas, a través de las cuales desfilarán personajes deprimidos, suicidas, políticos y todo tipo de frikis, que en clave de comedia surrealista analizarán el declive de la sociedad occidental.
Quizás uno de los momentos más redondos y esclarecedores es el relativo a un político que visita un centro médico y que recibirá todo tipo de humillaciones y vejaciones sin inmutarse. El mensaje es claro: Los votos y el dinero están por encima de la dignidad.
La vida es una fiesta se compone de pequeñas piezas teatrales que van creando una magnífica obra sobre el desencanto y el absurdo de la sociedad. Con ciertos momentos que recuerdan a los Monty Python y otros que parecen un homenaje al cine esperpéntico y surrealista de Roy Andersson, la compañía Chiens de Navarre nos habla de la condición humana y sus debilidades utilizando un lenguaje muy directo que no duda en provocar e impactar al espectador, incluso incluyendo algunas escenas de sexo y escatología.
En definitiva, se trata de una obra sorprendente que se aleja de las propuestas más conservadoras y que nos presenta a una compañía innovadora y llena de talento que es muy conocida por sus propuestas transgresoras y por haber llevado sus obras a festivales de todo el mundo. Sin duda merece la pena.
