ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN
DAVID SERRANO
COREOGRAFÍAS
TONI ESPINOSA
DISEÑO DE ILUMINACIÓN
JUAN GÓMEZ CORNEJO
CARLOS TORRIJOS
DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA
RICARDO SÁNCHEZ-CUERDA
CRÍTICA
Con más de 200 millones de libros vendidos en todo el mundo Roald Dahl puede considerarse como uno de los grandes influyentes en la narrativa juvenil. Su particular universo mágico ha dejado obras tan famosas como Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Los Gremlis o Las brujas. Todas ellas obras muy populares que posteriormente se han llevado a la televisión creando toda una iconografía que forma parte de la cultura popular audiovisual de la segunda mitad del siglo XX.
Una de las últimas obras de este escritor británico fue Matilda, escrita en 1988. Aunque inicialmente este bonito libro sobre una niña con superpoderes no estaba incluido entre sus trabajos más notables, la novela adquirió gran fama cuando Danny DeVito la llevó a la gran pantalla en 1996, y posteriormente cuando la Royal Shakespeare Company la convirtió en musical en 2010, con canciones de Tim Minchin y libreto de Dennis Kelly.
Se trata de uno de los musicales que más éxito han tenido en los últimos años en Londres y Brodaway, contando con miles de espectadores y cosechando numerosos premios internacionales, como 7 Premios Olivier, 4 Tony Awards, y 5 Drama Desk Awards.
Con estos números de vértigo SOM Produce estrenó hace unos meses en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid el musical de Matilda. Una producción que además cuenta con el aliciente de ser la primera versión en español del famoso clásico de Roald Dahl. Recordemos que está considerada como una de las producciones actuales más difíciles de poner en escena debido al gran número de niños que requiere y las importantes capacidades vocales y físicas que deben tener.
Vista la obra lo primero que debo decir es que Matilda, el musical es una de las grandes propuestas familiares de la temporada. Es una de esas obras hechas por muchos niños y dirigida especialmente hacia ellos con un lenguaje muy propio. El trabajo de casting que ha llevado a cabo Som Produce es muy interesante.
La adaptación musical que veremos en el Nuevo Teatro Alcalá refuerza de manera notable el carácter social y moral de la obra original, convirtiendo la historia es un cuento muy colorista sobre la bondad y el esfuerzo personal. Color y alegría que estarán muy presentes desde que entramos en el teatro, con un escenario lleno de libros e imaginación que llama mucho la atención.
A nivel escénico la obra es todo un ejercicio de creatividad con una escenografía ágil y dinámica que se adapta muy bien a los distintos cuadros escénicos que iremos viendo. Todo luce perfectamente y la sensación es de estar ante algo muy bien planificado en tiempos y formas.
Es importante tener en cuenta que Matilda, el musical bebe directamente del texto original, contando con numerosos cambios respecto a la película que dirigió Danny DeVito en 1988. Sí es verdad que en lo esencial nos seguiremos encontrando con la historia de una niña muy inteligente y con super poderes que tendrá que hacer frente a la mediocridad de sus padres y a la malévola directora del colegio en el que estudia, la cruel señorita Trunchbul. Sin embargo, esta versión que adapta y dirige David Serrano prefiere centrase más en el lado más humano y moral de la historia, dejando ciertos aspectos de la trama en un segundo plano. Me refiero sobre todo a los relativos a los superpoderes que, si bien están presentes, son tratados de una manera mucho más tangencial o secundaria. Sigue muy presente la pasión por la cultura y el rechazo claro hacia la vulgaridad.
En esta ocasión lo realmente importante es la música y las coreografías, aspecto realmente destacable con numerosos actores y bailarines en escena. Las coreografías ideadas por Toni Espinosa son muy divertidas y logran potenciar muy bien las capacidades de los actores. Todos tienen un momento para lucirse y destacar, con momentos especialmente divertidos como la clase de gimnasia o cuando utilizan unos columpios en escena. Para no olvidar a nadie del reparto lo mejor es poner un enlace en el que podréis ver su enorme despliegue (Elenco - Matilda el Musical (musicalmatilda.es).
En la representación que vi Matilda fue interpretada por Julieta Cruz y la señorita Trunchbul por Oriol Buré (muy acertado a nivel escénico y creativo que la odiosa profesora sea interpretada por un hombre). Sin duda son los personajes que mejor lucen en la obra y finalmente tienen los mejores números musicales. De hecho, la presentación del personaje de la directora o la ya mencionada escena en el gimnasio son dos de los momentos más divertidos de la obra.
En lo puramente musical las canciones que ideó Tim Minchin con libreto de Dennis Kelly son una auténtica delicia. Quizás no es una obra especialmente compleja o exigente en su partitura y coloratura, pero la sensación general es siempre la de estar viendo un musical divertido y muy pegadizo. Destacan temas muy interesantes y premiados como su famosa obertura o el tema Cuando yo sea mayor.
Finalmente, Matilda, el musical es una interesante obra dirigida especialmente hacia el público más familiar. Su música, sus bailes y su buen rollo son motivo suficiente para dejarse llevar en el peculiar mundo de Roald Dahl. Tres horas que merecen mucho la pena.
